El grupo Venados con Conciencia, más conocido como los Tarrú Conscientes, en la tarde de este jueves reconocieron a Gerardo Hernández Nordelo, como el Tarrú Nacional, distinción que hasta este momento estaba en poder del cantautor castrista Israel Rojas.
El acto de entrega se llevó a cabo en el teatro de la Escuela del Partido Ñico López, y entre los presentes se encontraban el Vicepresidente Salvador Valdés Mesa, más conocido por ser el dueño del Harem. Estuvieron también presentes, una réplica de la Piedra, y el propio Israel Rojas, al que se le vio conmocionado, por perder tan valerosísima distinción.
Luego de que Raúl Torres cantara una cosa chea ahí, pasaron a mencionar los méritos por los que Gerardo Hernández se ganó el premio del Tarrú Nacional.
Según cuentan los Tarrú Concientes, fue que el escolta personal de la esposa de Gerardo, el que lo inició todo, engatusando a la mujer y llevándosela un fin de semana para los Cayos, y ahí consumaron el amorío, y la cosa no quedó ahí.
El cocinero personal de la familia, también enamoró a la esposa afligida, y se la llevó por cinco días para el Meliá Internacional, en Varadero. El jardinero de la casa, un joven negro y apuesto, recién entrenado por la seguridad personal, también le levantó la esposa a Gerardo y le daba buenos masajes sexuales cada mañana, antes de que ésta se fuera a sus reuniones de apoyo a los familiares de los cinco Héroes. También el panadero se llevó a la jevita de Gerardo a la que le enseño a amasar más que harina cada noche.
El cartero también se sumó al guateque y le hacía el amor a la señora, encima de las cartas que Gerardo le mandaba pidiendo que lo esperara.
Esos no fueron los únicos.
Según los Tarrú Concientes, medio pelotón de la Unidad de Villa Marista también le dieron pase a la señora adolorida por la ausencia de su esposo.
Por esto y más galardonaron este año al espía Gerardo Hernández, quién mostró su agradecimiento a los presentes, y dejó claro que estaba muy complacido con tan honorable distinción.
Mientras tanto, el cantante castrista Israel Rojas, desde su asiento, le gritó a modo de jarana, que se preparara, que el año que viene le quitaba el premio, y todos lo aplaudieron.