Por Tino Aramas
Luego de que el pasado año
el espía devenido líder cederista, Gerardo Hernández instara a la población de
la isla a sembrar una piña por cada CDR, la producción de frutales se ha
disparado en el país.
Sin embargo, y aunque los esfuerzos se han dirigido a la diversificación, es la guayaba la que ha alcanzado los mayores volúmenes.
Al respecto Gustavo
Rodríguez Rollero, ministro de la agricultura señaló que, "Gerardo nos
convocó a la siembra de piñas por CDR, e instó a la producción agrícola en
patios y parcelas. Esto nos motivó a buscar nuevas formas y nos dimos cuenta de
que contamos con más de 60 años de experiencia en la guayaba. Todos los cuadros
del PCC, y del resto de las organizaciones políticas y de masas nos dimos de
inmediato a la tarea y aquí están los resultados".
La producción de guayaba, y
sobre todo la de la variedad roja ha alcanzado la nada envidiable cifra de 5
Mil toneladas diarias.
"Nuestro presidente
electo dedocráticamente es, sin dudas, uno de los mayores productores, se manda
tremendas guayabas todos los días", anotó Rodríguez Rollero y agregó: "solo
de su parcela se han cosechado unas mil toneladas diarias, cifra que es casi
igualada por el compañero Murillo y los redactores del diario Granma y el NTV".
Actualmente se exporta la
fruta a países aliados como Venezuela y Nicaragua, donde además se ha
implementado el cultivo de la guayaba cubana en homenaje a la hermandad de los
fundadores del ALBA-TCP.
El ministro de agricultura y
ex jefe de pelotón de la infantería motorizada, también señaló que, "es
una tradición del pueblo cubano compartir los logros con nuestros hermanos. Hoy
Cuba cuenta con la mayor producción de guayaba del mundo y eso ha sido gracias
a la revolución, no obstante, no estamos satisfechos con lo alcanzado, por eso
nos comprometemos en saludo al próximo congreso del PCC, que vamos a aumentar
nuestra producción de guayabas, habrá guayabas de toda índole y de grandes
proporciones, habrá mucha más guayaba de aquí en adelante".
Por su parte los científicos
del Instituto Finlay de vacunas y del centro de inmunoensayos estudian la
posibilidad de que el producto pueda servir para obtener la vacuna contra la COVID-19,
y ya está en proceso de estudio para un nuevo candidato vacunal que ha sido
bautizado con el nombre de inventyaba 62.