Hitler y Díaz-Canel: de una Tiñosa las dos alas

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Por Helena Álvarez

Estos dos trabajadores destacados del comunismo son de las personas más odiadas del planeta, de la galaxia y del mundo del Rapunsel. Tienen muchísimo en común como por ejemplo los dos hacen popó en la bañera y hoy, en aniversario de las manifestaciones de julio pasado, se los contaremos.

Adolf Hitler, el líder del partido nacional-socialista, era más comunista que Lenin y Karlos Marx juntos, es que de hecho fue el que le dio clases de marxismo al Che, para que vayan tomando nota. El hombre fue discípulo de Mao y le gustaba pasar largas noches de juerga con Stalin. Al fascista le encantaba varias cosas exóticas de Cuba, así que mandó a un grupo de sus mejores agentes para robarse la fórmula del Vampiyaba, que no es otra cosa que una variante del Vampisol pero con agrego de piña.

Un hijo de él vino en esa misión y luego de fajarse con la banda de gusanos comandada por un tipo llamado Pepito que era trompetista y tremendo cogedor de jevitas, Adolfito Junior se juntó con una mujer de Villa Clara y luego de varios intentos, porque el hombre tenía problemas en la caña, nació Miguel Díaz-Canel Bermúdez: “El singao”, lo que en alemán de traduce como “El führer”.

Miguelito creció correteando por los campos de Villa Clara comiéndose las ranas crudas y haciéndole el amor a las chivas del vecino, sin saber que por sus venas ya corría sangre de dictador.

No fue, hasta muchísimos años después, y luego de conseguir un título falso de la universidad, que le llegó una carta oficial desde Alemania: “Querido Miguel Furher Díaz-Canel Vom Singao Bermúdez, nos complace anunciarle que será reconocido por nuestra familia así que esperamos muy pronto noticias suyas de que comenzó a matar a su pueblo de hambre y que le cae a tiros a los revoltosos como ha sido tradición en nuestra familia. Despelleje a esos gusanos. De paso le recordamos que nació el mismo día que su abuelo Adolf Hitler, así que no nos decepcione. Atte: Los nazis.